Por ejemplo, unas cebollitas confitadas, caramelizadas y tiernas, perfectas para completar un buen plato de carne o de pescado. Confitamos la dulce 'chalota' francesa despacio, en un aceite a baja temperatura y quedan realmente suaves, sólo hay que calentarlas un poco.
O unas patatas pochadas, cortadas en panadera con bastante cebolla. Las hacemos a fuego lento con aceite de oliva hasta que quedan bien jugosas. Una magnífica solución para acompañar carne o pescado y, por supuesto, unos huevos fritos.
Una ración de humus, una pasta de garbanzos cocidos con ajo muy típico en la cocina árabe que ya es popular en otros países. Sencillo y sabroso. Le ponemos un poco de pimentón y unas semillas de sésamo. Buena guarnición y un aperitivo original.
Unos pimientos asados al horno en su propio jugo. Bien limpios, sin piel y sin semillas y cortados en tiras. Podemos ponerlos como guarnición en ensalada, aliñados al gusto con aceite y vinagre.
Y tenemos algunas más para elegir: setas a la crema o con jamón, arroz blanco o con espinacas, pisto, verduras salteadas o mermelada de tomate. Para que preparar un almuerzo o una cena os resulte mucho más sencillo.
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