Resuelve la cena de manera natural: sopa de tomate o crema de calabaza

___ Una cosa es lo del dicho popular "desayunar como un rey, almorzar como un príncipe y cenar como un pobre" y otra distinta es irnos a la cama tomando "cualquier cosa". La recomendación sobre las cenas ligeras está relacionada sobre todo con la idea de que la tarea digestiva no nos incordie a la hora de dormir pero eso no significa que el final del día lo resolvamos de cualquier manera (nutritivamente hablando).
Os proponemos una par de opciones, sencillas, vegetarianas y con bajo aporte calórico. Dos recetas clásicas a las que hemos añadido nuestro toque personal. Os damos a elegir entre una sopa de tomate y una crema de calabaza.
La sopa de tomate es una buena manera de tomar esta excelente hortaliza que los aztecas llamaban 'fruto con ombligo' (xitomati) y que nos acompaña desde hace siglos. Fuente importante de vitaminas y minerales.
Para nuestra receta, solemos usar tomate de producción ecológica. En aceite de oliva, rehogamos bien el ajo, la cebolla y la zanahoria cortada en pequeños trozos. Cuando está pochado, añadimos el tomate pelado y sin pepitas, ponemos un poco de brandy y lo dejamos reducir con el caldo de verduras. Queda realmente sabrosa, con una pizca de pimienta y, por supuesto, sin nada de conservantes ni aditivos.
La otra opción para la cena es una crema de calabaza, esa cucurbitácea de una de las familias más extendidas del planeta, con más de 800 especies. Buena fuente de fibra para mejorar el tránsito intestinal y buen aporte de vitaminas A y C. La cocemos de forma casera, simplemente con un poco de patata y cebolla, y le añadimos nuestro sello con un poco de 'royal curry', una excelente mezcla de especias que combina a la perfección.